jueves, 17 de diciembre de 2020

Tenerife - El Cabildo destina 70.000 euros a Los Realejos para la mejora de La Rambla de Castro.

Se instalarán varias mesas interpretativas que muestran el alto valor de este espacio protegido.

Panorámica de La Rambla de Castro (Enruta "T")

El Cabildo de Tenerife destina 70.000 euros a la mejora de la señalética y las mesas interpretativas del paisaje protegido de Rambla de Castro, en la costa de Los Realejos.

La consejera del área de Gestión del Medio Natural y Seguridad, Isabel García (PSOE), considera que “la instalación de mesas interpretativas ayudará a comprender el alto valor paisajístico y biológico de este espacio natural”.

“La Rambla de Castro es un paraje único por sus características geomorfológicas, de flora y de fauna, ya que en otra época fue cultivado y atendido como un espacio rural perteneciente a la finca de los Castro. Sin embargo, en la actualidad se trata de un reducto medioambiental en el que se combinan especies como tabaibas, barbusanos y como el palmeral existente tan cerca del mar”, señala la consejera.

Respecto a la gestión del paraje, García destaca que “la gestión que se hace en la actualidad es la que corresponde a un desarrollo natural de las especies, con la mínima intervención humana y por esto a veces da la impresión de descuidado”.

Sin embargo, apuntó que “la labor de las cuadrillas del Cabildo es intensa en este lugar y se trabaja de manera continua haciendo incluso recirculación de los residuos vegetales que se recogen para alimentar de nuevo el propio suelo”.

Respecto a la sustitución de la señalética, Isabel García indicó que “hemos procedido a instalar unas mesas interpretativas, en varios idiomas, en las que se explican detalles del paisaje, la vegetación, la fauna e incluso la historia de esta zona del municipio”.

La Rambla de Castro fue declarada paisaje protegido a finales de los años 90, contiene uno de los mejores palmerales de la isla, junto a tabaibales y especies halófilas, que viven en suelos salinos y que se asientan en una zona de antiguos abancalados.

Dentro del espacio natural se ubica la casona los Castro, el fortín de San Fernando que aún conserva los antiguos cañones que sirvieron para la defensa de este sector costero y el edificio de La Gordejuela, que albergó la primera máquina de vapor de la Isla de Tenerife.

Fuente: El Dia

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